Redescubriendo tu valor

Casi todos nos sentimos intrascendentes en un momento u otro. Puedes ser genial en el campo de fútbol pero malísimo en un laboratorio de química. Tal vez eres la estrella del show con un grupo y totalmente ignorado en otro. El sentido intrascendencia tiene más que ver con cómo nos sentimos con nosotros mismos que con nuestro verdadero valor como personas.

Sentimientos contra Hechos

Es fácil sentirnos totalmente indignos cuando la gente nos ignora; lo difícil es hacerse oír cuando nos sentimos solos en medio de una multitud. Entonces, ¿dónde podemos descubrir nuestro verdadero valor?

insignificant-300

Cuando nos sentimos intrascendentes, eso nos duele, pero a pesar de lo que sentimos sí tenemos valor. Fuimos hechos a imagen de Dios, ¡creados para grandes cosas! La vida va socavando nuestra alma, pero para Dios somos de inestimable valor. Tal es así que Él envió a su único Hijo a nuestro mundo para llevarse nuestro dolor y ofrecernos un nuevo comienzo.

Cómo te ve Dios

Jesucristo te ve como una persona de increíble valor. Ve más allá de tus heridas y tu dolor y reconoce que tú eres realmente digno y valioso. Mejor aún, está listo para tomar el caos en que se ha convertido tu vida y ofrecerte sanidad y perdón por las cosas malas que has hecho. En vez de sentirte intrascendente o sin importancia, puedes sentirte apreciado por Dios. Puedes conocer el gozo de pertenecer.

puedes sentirte apreciado por Dios...

Cuando recibimos el regalo del perdón de Dios, descubrimos que fuimos elegidos, seleccionados por Dios en persona para tener una relación con Jesús que nunca se acabará. Eso nos lleva a una manera completamente nueva de vivir, donde somos valorados y valoramos a los demás. En vez de sentirnos invisibles en la multitud, entendemos que Dios nos ve a nosotros y nuestras necesidades a cada momento del día.

Qué debes hacer ahora

Si estás cansado de sentirte intrascendente, de sentirte invisible entre la gente, es tiempo de recibir el ofrecimiento de Jesús de una nueva vida.

Esto comienza con una simple oración:

“Querido Jesús: estoy apenado por las cosas malas que hice. Estoy cansado de sentirme intrascendente. Quiero tener una relación contigo. Por favor, sé el Señor de mi vida. Gracias por ver el valor en mí y ayudarme a verme a través de tus ojos. En el nombre de Jesús. Amén”.

Si hiciste esa oración, haznos saber dándole clic al botón de la derecha que dice “¡Sí! Yo hice la oración”. Al hacerlo, puedes escribirnos enviando tus comentarios o preguntas. Te responderemos a la brevedad y te ayudaremos a avanzar. (Tu privacidad es importante para nosotros, de modo que no compartiremos tu información con nadie.)

si preguntas

 

Dinos tu decisión

si
preguntas